Los partidos políticos continúan siendo instrumentos indispensables para articular políticamente a la sociedad. Debido al grado de democracia en los partidos, la calidad en el proceso de selección de sus líderes y su forma de sostenerse económicamente afectan al funcionamiento democrático del Estado e inciden en la calidad y legitimidad de sus instituciones. La disciplina legal de los partidos en estos aspectos resulta insuficiente y la falta de democracia interna y su financiación irregular suscitan el rechazo ciudadano. Acá el lector podrá apreciar, además de un diagnóstico de la situación jurídico-política del presente, sugerentes propuestas de reforma de nuestro Estado de partidos.