Ungaretti, creador de composiciones de una belleza centelleante, de un concentrado poder emotivo, en sintonía con la fragmentariedad y fugacidad de los tiempos modernos, es el lírico italiano de mayor influencia en las la poesía contemporánea. Vinculado en sus inicios al hermetismo, su obra, en la que se advierte siempre una tensión existencial y un continuo viaje interior hacia la memoria, representa también una singular recuperación de la tradición lírica, tras los excesos del crepuscularismo y del futurismo. La apertura universal de Ungaretti es una lección constante, un paradigma del cual se vale la vanguardia de hoy para superar los lindes de la poesía misma.