El título de esta subyugante y demoledora novela nace de un enigmático verso del poeta César Vallejo y anticipa, de algún modo, la historia de una pasión (de un fuego) nacida bajo el signo del fracaso, además de esa otra historia, más allá del umbral de la muerte, de un proyecto revolucionario de izquierda derrotado. Los protagonistas, una mujer (que relata para nosotros) y su compañero, parecen instalados en un tiempo que ya no es su tiempo, el nuevo siglo, el nuevo milenio y, desde él, revisan la futilidad de su aventura y la muerte de su hijo. Todo ello en el espacio reducido de una habitación que es un mundo con un orden, diríamos, propio y casi fantasmal.
Nació en Santiago de Chile en 1949. Bajo, y contra, la dictadura del general Pinochet formó parte del prestigioso colectivo artístico CADA. En 1983 publicó su primera novela, Lumpérica, que inauguraba un mundo literario tan personal como lúcido, y a la que siguieron, entre otras, Por la patria (1986), El cuarto mundo (1988), Vaca sagrada (1991), Los vigilantes (1994), Los trabajadores de la muerte (1998), Mano de obra (2002) o Impuesto a la carne (2010), además de distintos ensayos. Ha sido profesora visitante en las universidades de Columbia, Berkeley, Stanford, John Hopkins, Nueva York y Cambridge.