Los «Epigramas» comprenden una serie de poemas breves escritos entre los años 1950 y 1957, cuando Ernesto Cardenal regresó a España tras sus estudios en el extranjero, y justo antes de su ingreso en el monasterio trapense de Gethsemany. Fueron años de amoríos y luchas políticas que produjeron estos epigramas amorosos o políticos y, en ocasiones, ambas cosas a la vez (o como él prefiere llamarlos, «de amor y odio»). Generaciones enteras de lectores se han sentido y siguen aún hoy sintiéndose cautivados por ellos.
Ernesto Cardenal es sin duda la voz más conocida de la poesía nicaragüense tras Rubén Darío. Nació en Granada en 1925, en el seno de una familia acomodada, pero pronto decidió renunciar a sus privilegios de clase. En 1965 fue ordenado sacerdote y fundó la mítica comunidad de Solentiname, un lugar en el que poetas, pintores y otros artistas convivieron hasta su destrucción. Fue nombrado Ministro de Cultura tras el triunfo de la Revolución Sandinista (1979). Candidato en numerosas ocasiones al Premio Nobel de Literatura, es autor de libros como Hora Cero o Salmos. Ha sido galardonado con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 2012