-Este libro, sin renunciar al ideal de cultura, nació sobre todo por amor al ideal de justicia. Justicia para nuestras letras, ciertamente. Y en especial justicia para nuestros pueblos. Siento en lo hondo las palabras con que Brecht , uno de mis autores más amados, pedía que nos apiadáramos de la cultura, pero que ante todo nos apiadáramos del ser humano. - Tomado del prólogo de Roberto Fernández Retamar