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Es un lugar común, tanto en la derecha como en la izquierda, afirmar que China se ha hecho capitalista. De ello, si hemos de atender a lo que los medios occidentales destacan con frecuencia, hay pruebas que parecen evidentes: la existencia de millonarios que se pasean en lujosísimos vehículos; la presencia de grandes empresas occidentales en su interior y la de chinas en el exterior; su liderazgo en el comercio internacional; la actividad bancaria internacional que se desarrolla en su seno; el alto nivel del consumismo de una parte, cada vez mayor, de su población; la importancia de la bolsa y el mercado en la estructura de la economía china… Y, sin embargo, las cosas no parecen ser tan simples. Incluso, a poco que se indague en ellas, resultan ser muy, muy complejas. Este libro quiere romper el consenso y perturbar algunas certezas. Por ejemplo, sosteniendo que es un error atribuir los logros de la economía china a la supuesta “adhesión” de este país al capitalismo; su espectacular desarrollo no ha surgido de repente, sino que ha experimentado un largo desarrollo de decenios excepcionales, sin equivalente en la historia contemporánea. Y la conclusión a la que Rémy Herrera y Zhiming Long arriban es que, hoy, el sistema que construye el Partido Comunista chino no es capitalista –aunque no sin riesgos de desembocar en el capitalismo– sino una forma de socialismo con mercado, en el que la planificación es, todavía, determinante.
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FormatoImpreso
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EstadoNuevo
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Isbn978-84-18550-21-8
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Peso0.25 kg.
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Tamaño15 x 21 cm.
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Número de páginas152
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Año de edición2021
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Edición1
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EncuadernaciónRústica
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ReferenciaMON10866
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Código de barras9788418550218