En la obra hace un análisis de la adaptación cinematográfica de la novela de Bram Stoker, -Dracula-, dirigida por Francis Ford Coppola. La película, controversial desde su estreno por venderse como la más fiel adaptación de la novela (y, como en muchos casos, por no colmar todas las expectativas), sigue la trama de ésta con bastante fidelidad, y resalta el carácter trágico del personaje principal (ausente en otras adaptaciones). Además de un análisis del argumento, el texto confronta las adaptaciones anteriores de Dracula con la versión de Coppola, se adentra en las relaciones entre literatura y cine y examina el tratamiento de varios temas presentes en la novela y la película.