A finales de los años setenta, en la Ciudad de México, Gamaliel Rubirosa y Andrés Llorente comparten clases en la misma escuela secundaria y una vaga inclinación por la escritura, pero pertenecen a estratos sociales diferentes. Mientras Andrés sigue las clases en un espacio conocido y relativamente amistoso, Gamaliel meramente sobrevive en un escenario hostil, siempre consciente de su origen y del esfuerzo que su madre hace para que tenga acceso a una mejor educación. Un trágico suceso vendrá a alterar, aunque en diferente medida, la vida de los dos muchachos. En los años que siguen, ambos volverán a constatar que las oportunidades y la justicia no son las mismas para cualquier individuo, sin importar su origen, y ambos seguirán intentando amoldarse a la imagen que cada cual identifica con el éxito y el triunfo social, aunque a veces este se logre a costa del bienestar de su prójimo.