Hablar en estos tiempos de la diversidad cultural del país ya no es extraño como lo era antes de la promulgación de la Constitución de 1991, cuando el tema paracía oficio de unos pocos y perdidos estudiosos de las culturas que aún supervivían en Colombia después de las épocas, de la Conquista, la Colonia y la República, y que irremediablemente, estaban a punto de perecer.Es por ello que las autoras estructuraron esta obra en cinco apartados o artículos, que obedecen a un orden lógico que da cuenta de los pueblos indígenas en los tres primeros capítulos. El cuarto apartado está dedicado al pueblo Rom (gitano), puesto que ese es uno de los proyectos que en línea de investigación se encuentra empeñada desde sus inicios, y, en el quinto apartado se incluye tanto los pueblos indígenas como los rom (gitanos) y la población afrodescendiente. A través de la lectura de los diferentes artículos, el lector podrá advertir que se trata de información recabada en distintos momentos, siendo esta la razón por la cual pudiera encontrarse son datos que van variando en función de su debida actualización.