Abordar lo institucional como objeto de estudio requiere aproximarse a un mundo empírico y conceptual complejo y heterogéneo. Por un lado, por la variedad de instituciones posibles que conviven en una comunidad así como también por la diversidad de acepciones que tiene el término institución. En efecto, frecuentemente se lo utiliza como sinónimo de organización, aunque en otras ocasiones refiere más bien a una categoría algo más abstracta (por ejemplo, cuando se habla del matrimonio, la familia, la religión, etc., como instituciones). De modo similar, también es múltiple la posición que desde el campo de la salud mental tenemos respecto de las instituciones, ya que podemos intervenir como analistas institucionales, terapeutas, supervisores, miembros activos, etc. A su vez, desde el punto de vista teórico, contamos con una enorme y rica tradición de autores que encararon diferentes perspectivas y problemas, con desarrollos específicos y generales, todo lo cual de uno u otro modo es recuperado en la presente obra.