El pensamiento jurídico socialista estuvo ampliamente representado en las primeras tres décadas del siglo xx, especialmen te en Alemania, Austria y Francia, y se reflejó también en otros países europeos y en la América Latina. Esto mostraba la preocupación por el problema de la desigualdad y correspondió a partir del siglo XIX a la formación de movimientos y partidos empeñados en canalizar la lucha por los derechos de los trabajadores. El derecho y los juristas no podían permanecer al margen de esos reclamos de justicia social. Las transformaciones operadas después de la primera guerra mundial con la caída de los viejos imperios y el nacimiento de repúblicas inspiradas en los ideales de la socialdemocracia, como en los casos de Alemania y Austria, y los consiguientes cambios constitucionales, ofrecen el escenario propicio para que esas voces fueran oídas y los juristas de orientación socialista desempeñaran un papel de primera importancia en la formulación de los ordenamientos legales surgidos de esos acontecimientos. En particular la Constitución de Weirnar (1919) fue un punto de referencia inevitable de los grandes debates suscitados entre las dos guerras mundiales, no sólo en Alemania sino en el resto del mundo democrático.