Por otra parte en la mayoría de los trabajos que vamos a leer se pone de relieve la capacidad imaginativa de los profesionales para encarar un dispositivo clínico -el de atención a distancia- que nunca había conocido semejante extensión, adaptada ahora a la situación creada por la pandemia y por las respuestas gubernamentales a ella. Este dispositivo clínico ya transitado anteriormente pero nunca con tanta intensidad y exclusividad requería flexibilidad clínica para no ahogarse a sí mismo y esto fue lo que los profesionales convocados supieron proveer. Parejamente, hacía falta la capacidad imaginativa de los pacientes, o por lo menos de una gran mayoría de ellos para acompañar este proceso, y los pacientes también han respondido en buena medida, moviéndose con soltura en un terreno al que no estaban acostumbrados.Hubo todo una época en la que la sesión psicoanalítica se concebía a sí misma solo como presencial y se creía imposible recrear el clima de una sesión en otras condiciones, sin los dos cuerpos juntos en un mismo cuarto. Vale como otra prueba, si hacía falta, de que el psicoanálisis no es una técnica que solo responde a un procedimiento único y siempre el mismo; el psicoanálisis es una actitud y una manera de pensar que puede darse bajo gran variedad de rostros y de procedimientos. Por supuesto también hay que evocar la gran vitalidad del psicoanálisis en Argentina, que puede llevar a cabo en términos de muy pocos meses empresas como esta.