Gaëtan Gatian de Clérambault (1872-1934) no es alguien que pase desapercibido: el más lúcido representante de la psiquiatría clásica francesa (Pichot), el más grande psiquiatra de Francia en los últimos años , la figura psiquiátrica más grande de comienzos del siglo XX en Francia (Ey), la figura más morbosa de la psiquiatría, y se ha llegado a decir de él que en el orden de la psicosis, sigue siendo absolutamente indispensable (Lacan).De Clérambault normalmente se conoce por el síndrome que lleva su nombre. Desde la psiquiatría del otro lado del atlántico este síndrome suele hacer referencia a la erotomanía. Pero el Síndrome de Clérambault también tiene otra acepción, aquella que el autor denominó como Síndrome de automatismo mental y que fue su otro gran campo de investigación. La importancia de este síndrome, que Clérambault hacía equivaler al mecanismo generador de la locura, anticipa la concepción de las estructuras clínicas en psiquiatría. Su presencia era la clave en la dilucidación de la locura, por lo que dirigía las entrevistas con sus pacientes hasta la obtención de este minúsculo fenómeno sobre el que apoyaba la decisión diagnóstica y la posterior derivación. El automatismo mental se convierte así en un elemento fenomenológico que permite dividir gran parte de casos de manera estructural, debido a que su presencia enmarca el fondo de psicosis sobre el que se desarrollan síntomas de índole diversa.