Realidad asombrosa la del dibujo precolombino argentino, tanto por su honda autenticidad vocacional como por su creatividad plástica. Su magnitud gráfica, afincada en su causalidad mítico-mágica, es similar en potencia a la realizada por las culturas mochica y maya.Desde un origen ancestral rupestre de diseño eidético, que proyecta imágenes espontáneas de gran expresionismo, hasta las elaboradas y conceptuales creaciones graficadas sobre urnas funerarias de las culturas medias y tardías, el dibujo consumó la trasmutación de un sentir mítico en pensamiento plástico. Fue un constante hecho gráfico acompañando a las talentosas obras escultóricas y cerámicas, en una ontológica plasmación de la esencia mística del Ser y su inmanencia poética.