Objetos, seres, quimeras es un extraño habitante del mundo de los libros de Ciprian Vălcan. Volviéndose hacia sí mismo, el filósofo y ensayista descansa en la profundidad de la autobiografía. Observa su pasado, la isla distante de la infancia y la adolescencia. Los juguetes, las fiestas, los libros y el fútbol, la comida y los rituales familiares, la escuela y la curiosidad por la desnudez, la inocencia prolongada en mundos imaginarios y la reticencia hacia el mundo de los adultos, en el cual se vislumbra el horizonte oscuro de la dictadura y la pobreza de la última década del comunismo rumano, todo se alinea en la constelación subjetiva elaborada por el autor. Gabriela Glavan