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COP $ 126.000
Cuando a un procesalista se le plantea tratar el tema del Arbitraje, especialmente el ARBITRAJE DE CONSUMO, lo primero que le viene a la mente es la defensa a ultranza de nuestro proceso jurisdiccional. Y este es precisamente el tema del que se ha de huir: no debemos plantearnos ese enfrentamiento entre el “Arbitraje -general o de consumo- versus la jurisdicción ordinaria ”. Debemos respaldar la opción del Arbitraje de consumo por sus virtudes y méritos propios, no por las deficiencias y carencias de las que adolece la Administración de Justicia. El Arbitraje de consumo permite que se obtenga justicia con mayor rapidez que acudiendo a la jurisdicción ordinaria.
Cuando a un procesalista se le plantea tratar el tema del Arbitraje, especialmente el ARBITRAJE DE CONSUMO, lo primero que le viene a la mente es la defensa a ultranza de nuestro proceso jurisdiccional. Y este es precisamente el tema del que se ha de huir: no debemos plantearnos ese enfrentamiento entre el “Arbitraje -general o de consumo- versus la jurisdicción ordinaria ”. Debemos respaldar la opción del Arbitraje de consumo por sus virtudes y méritos propios, no por las deficiencias y carencias de las que adolece la Administración de Justicia. El Arbitraje de consumo permite que se obtenga justicia con mayor rapidez que acudiendo a la jurisdicción ordinaria.
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FormatoImpreso
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EstadoNuevo
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Isbn978-84-15455-33-2
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Peso0.23 kg.
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Tamaño15 x 21 cm.
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Número de páginas166
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Año de edición2012
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Edición1
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EncuadernaciónRústica
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ReferenciaDYK10535
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Colección
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Código de barras9788415455332