La obra artística de Carlos Trilnick marca la historia del video arte y señala un camino posible para entender ciertos trayectos de sus variadas búsquedas expresivas. Es testimonio de experiencias que fueron ocurriendo durante estas primeras tres décadas de existencia de la máquina y de la historia del video en el continente. Diario de bitácora intertextual, taxonomías de pensamiento, la fotografía en relación con el paisaje y las formas de construir una realidad desde el aparato fotoquímico, instalaciones significativas, obra video monocanal, universos oníricos que pueden acompañar búsquedas expresivas determinadas, experiencias compartidas…