Este texto ilustra el constante proceso de la reinvención de la identidad étnica en la persona de este líder yanacona. La autora consigue situar a Palechor en su contexto y presentarlo como una figura subalterna que tuvo la habilidad de proyectar ante un auditorio nacional las reivindicaciones de las minorías indígenas. Su prosa clara brinda herramientas analíticas para la comprensión de la etnicidad y de sus tensiones frente al poder del Estado. El diálogo, en forma de monólogo, que atestiguan en estas páginas, permiten asistir con Palechor a muchos de los episodios de una época en que el acontecer de las organizaciones indígenas del Cauca se manifestó como una novedad política e ideológica ante el Estado nacional colombiano. En estas líneas, Juan Gregorio Palechor rehace la memoria de su propia vida, toma la palabra con el temperamento que lo identificó, y lo hace para hablar una vez más ante una nación, con la voz de la experiencia del campesino, del indígena.