Diego Moreno es el editor de la editorial Nórdica Libros. Su propuesta en Nórdica es crear libros que causen un deslumbramiento de luz, libros que como la nieve nos iluminen el camino, nos hagan ver diferente, nos contemplen y cieguen. Diego nos presenta libros para descubrir un mundo iluminado, brillante y honesto de literatura para el espíritu. Digo literatura para el espíritu ya que hoy las necesidades prácticas de la cotidianidad nos han exigido dejar de lado este arte que ilumina, ya sea proveniente de libros, música, pintura o teatro, y nos ha impuesto una vida material que lidia con lo útil, con esas complicadas circunstancias de la vida política y civil en términos directos y morales. Aquí encuentran una propuesta por una educación estética, por una visión de mundo en el que el arte sea el principal alimento del espíritu al iluminar nuestras mentes y desarrollar nuestro pensamiento interior.

Una característica que los románticos identificaron de nuestra época es que la posición del arte, antes elevada, se encontraba ahora drásticamente cambiada en cuanto a su visión, utilidad e importancia en la sociedad. A éste fenómeno Hegel le llamaría “el fin del arte”, ya que notaría que el arte pasaba de ser la representación sensible de lo absoluto, es decir, la forma en la que se manifestaba la verdad y todas las cosas del mundo, a ser relegado por la ciencia o por la ‘razón’.

El arte era la manera de procurar la verdad desde el interior, sin depender de comprobaciones externas a sí mismas de lo que era o no era cierto. De este modo, digo que el arte es un ejercicio del espíritu ya que deja que uno mismo aprenda a través de un canal interior de la mente, nadie te dice qué sentir, cómo sentirlo, cuándo o de qué manera, simplemente se siente y ya. Cuando leemos algo, no hay un tercero que nos diga “esto dice …”, lo leemos en nuestro interior. Cuando vemos una pintura, nadie nos dice “este color te hace sentir …”, sino que la sensación está ahí frente a nuestros ojos. Cuando escuchamos una canción nada nos va a imponer el ritmo que sienta nuestro cuerpo ni tampoco la emoción o aburrimiento que evoque una película. El arte es espiritual porque su apreciación, y en muchos casos su producción, es un proceso, no solamente interior, sino inconsciente que se combina con todo lo que somos, nuestras vivencias, conocimientos e impresiones.

El pensador Friedrich Schiller condenaba cómo en nuestros tiempos hemos dejado de lado al espíritu. Esto es, porque la preponderancia de la verdad material o moral había conllevado a una desvalorización espiritual del arte, lo que quiere decir que ya no ejercitamos nuestro espíritu con la experiencia artística, como describí más arriba. Para Schiller, si el arte tuviera su debido lugar de importancia en la sociedad crearía un balance entre el hombre físico y el moral, un estado estético, en el que el hombre sería libre, porque Schiller creía que a la libertad se llegaba por la belleza. Decía que como el arte recibía sus leyes de la necesidad de los espíritus y no de las imposiciones de la materia, esto nos volvía libres de pensamiento y, por tanto, de desarrollo personal. Sin embargo, estas imposiciones materiales hoy parecen gobernarnos bajo la pretensión del provecho, del progreso o la 'objetividad' científica, y lejos de liberar solo desarrollan nuevas necesidades y así, como escribe Schiller: “el miedo de perder [cosas]  apaga el ardiente deseo de mejorar [el espíritu] y la máxima de la obediencia pasiva se convierte en suprema sabiduría de la vida”.

Pienso que a pesar de su desvalorización, el arte aún juega un papel fundamental en nuestra sociedad. Aún en su posición desfavorable como objeto, su experiencia sigue logrando un equilibrio interior entre el mundo de los sentidos y el de las ideas. El arte, al mediar entre los impulsos y la racionalidad, nos sigue ayudando a desarrollar un verdadero pensamiento crítico, a vivir otras vidas, a sentir con otros ojos, sin que nos digan qué es lo bueno o lo verdadero. Al leer, escuchar música, ver teatro o una película, estas respuestas nacen de nuestra propia experiencia estética.

Esta es una invitación a alimentar el espíritu a través del arte, de la lectura de libros de verdad, porque el alma se da cuenta de inmediato cuándo está leyendo un libro de verdad, cuando hiela, cuando ilumina, cuando enceguece y cuando aclara ese mundo interior que queremos desarrollar. Esa es la verdadera potencia de la buena literatura que cuando leemos nos llega, nos dice, nos molesta, nos toca.

En el capítulo de Cartografías Editoriales del 1 de junio vamos a oír en palabras de Diego Moreno, más sobre la propuesta editorial de Nórdica, que es precisamente por esos libros que iluminan, hacen ver y crecer de luz el interior...

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Estas son las canciones y libros que acompañan esta ruta editorial…

IR AL LIBRO  CONOCER A LA AUTORA Falling - Nick Cave & Warren Ellis

IR AL LIBRO OJEAR CONOCER A LA AUTORA Prospettiva Nevski - Franco Battiato

IR AL LIBRO OJEAR CONOCER A LA AUTORA ...I’ve Seen It All - Bjork

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