¡Y qué personajes construye Carrasquilla! Son manifestaciones de esta lucha humana interminable entre dioses y demonios; son, al mismo tiempo, las huellas espirituales más visibles del difícil proceso por el que un pueblo atraviesa cuando de construir cultura se trata. Ahí están esos seres hechos de vanidad, ególatras que cifran su felicidad en la riqueza, el poder y la figuración social: en su descripción y en las situaciones que provocan despliega Carrasquilla toda su capacidad de ironía, toda la insinuación de que es capaz una palabra, todo el contraste y la comparación que soporta el lenguaje cuando es manejado por alguien que no teme enfrentar a la vida como comedia. Leticia Bernal Villegas