En un momento convulso y de tiempos turbulentos, Zapruder se pregunta en Día del padre, su primer libro publicado en español, cómo se puede ser un buen padre, un buen ciudadano y un buen compañero a principios del siglo XXI. Enfrentando esperanza y desesperación, privilegios y privaciones, trata de perseguir la alegría justo al borde del precipicio y el desastre. La paternidad, una experiencia que le llegó al autor con el nacimiento de un hijo dentro del espectro autista, es el tema general de esta colección de poemas con versos cortos y un lenguaje conciso y a veces escurridizo. Sin embargo, es la angustia por un mundo que se precipita a la insensibilidad la que gobierna todo el libro, en el que Zapruder eleva el papel de la poesía pero también resiente su elevación, y su limitación para enfrentarse a la incertidumbre y la falta de conciencia actuales. Sin embargo, su creencia radical en el poder del asombro y lo sublime y su generoso sentido del humor acaban por ofrecer refugio y abrir una puerta a la esperanza.