Cuando el amor lo puede todo, todo corazón de un ser humano tiene dueño y cada latido ofrece el poder de vivir. Sin embargo, nunca se sabe si verdaderamente lo puede hacer sin el amor de otro ser cercano lleno de sabiduría solamente por haber envejecido primero. Al nacer, nieto, diste realidades que dejaste atrapar. Pasó el tiempo de tu crecimiento y la vida continuaba, pero la cercanía se hizo letal: no hubo mañana sin despertar con tus aromas nuevos donde juntos comenzamos el deletrear de tantas curiosidades con un avance de inseparables. El tiempo transcurre a pasos agigantados: tú allí, entre cuatro paredes, unimos fuerzas atrapados en el mismo laberinto. Querido lector, la trama hizo la historia. Así verás cuánto lo puede el amor cuando ese corazón late fuera de su cuerpo y unas manos viejas lo sostendrán hasta el próximo suspiro.