No existe otra sensación que nos convenga tanto en la vida como la de ser nómada. Ella nos da la verdadera identidad. Nacemos donde nacemos y vamos caminando hasta la muerte, que nos sorprende donde quiere y, como dicen, sin avisar. En esta realidad, nos encontramos permanentemente con otros. El nómada tiene que ver con la travesía, y en ella, con la gente con quienes nos relacionamos, con las transformaciones que pasamos. Recorremos una vida de muchas maneras, nos cruzamos con mucha gente y experimentamos con ello un abanico de sentimientos. Cuando nos permitimos compartir un momento, siempre será parte de una intimidad compartida, aunque sea efímera o la creamos constante. Es esa intimidad el equipaje de nuestro andar nómada. Con esta idea simple el autor ha procurado escribir este libro. En cada uno de estos textos breves y hasta brevísimos procuró lograr una síntesis. Sí, una síntesis como un esfuerzo para reflejar los sentimientos y las sensaciones que nos recorren en ese ser nómadas y como seres experimentales, de manera que quien pueda leer estas páginas se identifique con este universo. Si alguno de los textos al ser leídos te evoca alguna vivencia de tu andar, habrá cumplido su tarea. Pero recuerda: esto no es convicción, sino un deseo.