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En un país donde la violencia es el pan de cada día, el secuestro se convierte en una costumbre más. Es precisamente de esa costumbre que se desprende este relato verdadero de la joven Manuela, la niña que olía a humo. Una secuestrada ejemplar encumbra en la figura del secuestrador, más allá del estricto cumplimiento de su acción extorsionista, la conducta normal de un grupo de personas que sienten y sufren como cualquier mortal. La autora muestra una dimensión del secuestro distinta a la habitual, sin desoír jamás que negociar con la vida es un acto violento e inhumano. Manuela (Ani), la joven protagonista de este relato, ha crecido en un ambiente natural y sencillo, rodeada de afecto y de una enseñanza viva. Ha aprendido a hacer de todo: a cocinar, a vender, a mandar y a manejar camiones. Es su carácter, hacendoso e inocente, lo que le permitirá ganarse el afecto y la admiración de sus secuestradores, que no alcanzan a imaginar que una niña de su condición social se divierta enseñándoles a nadar, a pelar gallinas, a sembrar, a limpiar, a barrer y hasta a poner flores en la mesa. Ella es una secuestrada distinta a los demás; una secuestrada que aprenderá a vivir hombro a hombro con sus raptores convirtiendo la tragedia en un poco de felicidad.
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FormatoImpreso
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EstadoNuevo
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Isbn978-84-18935-86-2
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Peso0.20 kg.
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Tamaño13 x 19 cm.
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Número de páginas160
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Año de edición2022
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Edición1
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EncuadernaciónRústica
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ReferenciaPRC10315
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Colección
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Código de barras9788418935862