Nos podríamos hacer una extensa pregunta partiendo de la idea de un gran reloj medieval instalado en una torre, por ejemplo, este reloj astronómico que yo presido aquí en Praga y cuya construcción se inició en 1410: ¿qué relación existe entre este y el espectáculo, la cultura, la magia, las ferias, circos y teatros, la Revolución Industrial, la diferencia de clases, las guerras, el poder, el cine, la evolución científica, mercantil y tecnológica, el deterioro ecológico del planeta y sus especies, la robótica…? Entre los siglos XVII y XIX la relojería mecánica ya se había convertido en la herramienta del tránsito del mundo rural y agrario al urbano de la industrialización. Y, con ella, el descubrimiento de que el tiempo es oro y confiere poder.