search
Subtotal COP $ 0
Total COP $ 0
  • Oferta
  • Impreso
  • FILBo
Confiscación. De las...

Confiscación. De las palabras, de las imágenes y del tiempo

  • Año de edición 2023
COP $ 130.000
COP $ 98.000 25% de descuento

La composición de un mundo común sustentado en el respeto a los irreductibles desajustes de sus miembros ha de construirse en el seno de un paisaje sonoro, el de las voces y las palabras, con las que designamos las cosas y nombramos a las personas, con las que compartimos nuestros deseos y deberíamos debatir nuestros desacuerdos, y también dentro de un paisaje visual en el cruce de miradas y de palabras que rechazan la omnipotencia del terror para crear un espacio de hospitalidad. Es en este paisaje donde Mondzain trata de devolver al término radicalidad su belleza virulenta y su energía política, su significado de libertad inventiva e ingeniosa. La confusión entre la radicalidad transformadora y los extremismos es el peor veneno que el uso de las palabras inocula día tras día en las conciencias y en los cuerpos. La defensa de la palabra y la vigilancia mantenida sobre los usos de la lengua son dos condiciones para el debate que permite y sustenta la vida política. Ahora bien, la palabra y la conciencia crítica, lejos de ser un privilegio de las “élites” y los “intelectuales”, deben ser reconocidas como capacidad y derecho de todos sin excepción. Entender no es realizar un uso privado, profesional y privilegiado de un juicio, tampoco es disculpar, sino construir el escenario en el que las condiciones necesarias para entenderse se elaboren conjuntamente en la comunidad de los debates y las energías del esclarecimiento. Crear este intercambio con los llamados radicalizados es un gesto de acogida, sin el cual ningún mundo común sería posible y no habría otra salida que la guerra de todos contra todos.


La composición de un mundo común sustentado en el respeto a los irreductibles desajustes de sus miembros ha de construirse en el seno de un paisaje sonoro, el de las voces y las palabras, con las que designamos las cosas y nombramos a las personas, con las que compartimos nuestros deseos y deberíamos debatir nuestros desacuerdos, y también dentro de un paisaje visual en el cruce de miradas y de palabras que rechazan la omnipotencia del terror para crear un espacio de hospitalidad. Es en este paisaje donde Mondzain trata de devolver al término radicalidad su belleza virulenta y su energía política, su significado de libertad inventiva e ingeniosa. La confusión entre la radicalidad transformadora y los extremismos es el peor veneno que el uso de las palabras inocula día tras día en las conciencias y en los cuerpos. La defensa de la palabra y la vigilancia mantenida sobre los usos de la lengua son dos condiciones para el debate que permite y sustenta la vida política. Ahora bien, la palabra y la conciencia crítica, lejos de ser un privilegio de las “élites” y los “intelectuales”, deben ser reconocidas como capacidad y derecho de todos sin excepción. Entender no es realizar un uso privado, profesional y privilegiado de un juicio, tampoco es disculpar, sino construir el escenario en el que las condiciones necesarias para entenderse se elaboren conjuntamente en la comunidad de los debates y las energías del esclarecimiento. Crear este intercambio con los llamados radicalizados es un gesto de acogida, sin el cual ningún mundo común sería posible y no habría otra salida que la guerra de todos contra todos.
  • Formato
    Impreso
  • Estado
    Nuevo
  • Isbn
    978-84-18935-97-8
  • Peso
    0.27 kg.
  • Tamaño
    13 x 19 cm.
  • Número de páginas
    224
  • Año de edición
    2023
  • Edición
    1
  • Encuadernación
    Rústica
  • Referencia
    PRC10323
  • Colección
  • Código de barras
    9788418935978