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Eventos adversos de la...

Eventos adversos de la anestesia neuroaxial

  • Año de edición 2023
COP $ 89.900

El ser humano en general, y el médico en particular, tratan inconscientemente de ocultar sus errores o los fracasos que tienen en la vida profesional, de tal forma que el tema sobre los eventos adversos en medicina pareciera no ser muy bien visto y en ocasiones hasta se trata de evitarlo. En anestesiología este pensamiento sigue el mismo curso, aunque, es necesario decirlo, el especialista siempre busca evitar una complicación secundaria a los métodos y técnicas que emplea en su cotidiano quehacer profesional, aplicando el principio ético de "beneficencia", que como propósito fundamental promueve el beneficio del paciente, llevando implícito el principio de "no maleficencia", que trata de evitar cualquier acción que pudiera causarle daño. Por otro lado, el anestesiólogo está muy consciente de los problemas que tendrá que enfrentar en caso de ocurrir algún incidente o accidente en el periodo perianestésico, en una profesión cada día más defensiva. El médico, particularmente el anestesiólogo, evita llevar el tema de las complicaciones a sus conversaciones, a sus eventos científicos, escribe poco al respecto y dedica poco tiempo a leer sobre él. Solamente realiza estas acciones cuando sus colegas o él mismo tienen en alguno de sus pacientes una complicación o se es objeto de una demanda laboral, civil o penal, donde los abogados y las compañías aseguradoras sí están muy informados acerca de estos asuntos, para que luego, con argumentos tomados de la propia medicina, pretendan hacer ver al especialista como un infractor de la salud acusándole de mala praxis, de tener responsabilidad común o específica, de imprudencia, de negligencia, de impericia, etc. En la industria químico-farmacéutica y de fabricación de equipo médico los efectos secundarios, las reacciones adversas y las complicaciones tratan de ser minimizadas, aduciendo relaciones costo-beneficio favorables cuando se utiliza un medicamento o un equipo de su fabricación. El anestesiólogo que investiga sobre eventos adversos en general no recibe los patrocinios para la realización de las investigaciones, ni para la publicación de los resultados obtenidos, ni tampoco para la presentación de sus trabajos en eventos científicos, incrementándose la poca difusión de estos problemas. Asimismo, los pacientes no desean oír sobre tal o cual complicación de la anestesia a la que se verán expuestos en determinado procedimiento quirúrgico y evitan el tema, porque lo que desean escuchar es que su operación irá bien y que será un éxito; además, piensan que todas las intervenciones son de riesgo y con frecuencia aseveran que la anestesia es la de mayor riesgo. Por todo esto, y a pesar de ello, el anestesiólogo tiene la obligación de informarles con testigos presentes, de preferencia los familiares, para obtener la hoja de consentimiento bajo información.


El ser humano en general, y el médico en particular, tratan inconscientemente de ocultar sus errores o los fracasos que tienen en la vida profesional, de tal forma que el tema sobre los eventos adversos en medicina pareciera no ser muy bien visto y en ocasiones hasta se trata de evitarlo. En anestesiología este pensamiento sigue el mismo curso, aunque, es necesario decirlo, el especialista siempre busca evitar una complicación secundaria a los métodos y técnicas que emplea en su cotidiano quehacer profesional, aplicando el principio ético de "beneficencia", que como propósito fundamental promueve el beneficio del paciente, llevando implícito el principio de "no maleficencia", que trata de evitar cualquier acción que pudiera causarle daño. Por otro lado, el anestesiólogo está muy consciente de los problemas que tendrá que enfrentar en caso de ocurrir algún incidente o accidente en el periodo perianestésico, en una profesión cada día más defensiva. El médico, particularmente el anestesiólogo, evita llevar el tema de las complicaciones a sus conversaciones, a sus eventos científicos, escribe poco al respecto y dedica poco tiempo a leer sobre él. Solamente realiza estas acciones cuando sus colegas o él mismo tienen en alguno de sus pacientes una complicación o se es objeto de una demanda laboral, civil o penal, donde los abogados y las compañías aseguradoras sí están muy informados acerca de estos asuntos, para que luego, con argumentos tomados de la propia medicina, pretendan hacer ver al especialista como un infractor de la salud acusándole de mala praxis, de tener responsabilidad común o específica, de imprudencia, de negligencia, de impericia, etc. En la industria químico-farmacéutica y de fabricación de equipo médico los efectos secundarios, las reacciones adversas y las complicaciones tratan de ser minimizadas, aduciendo relaciones costo-beneficio favorables cuando se utiliza un medicamento o un equipo de su fabricación. El anestesiólogo que investiga sobre eventos adversos en general no recibe los patrocinios para la realización de las investigaciones, ni para la publicación de los resultados obtenidos, ni tampoco para la presentación de sus trabajos en eventos científicos, incrementándose la poca difusión de estos problemas. Asimismo, los pacientes no desean oír sobre tal o cual complicación de la anestesia a la que se verán expuestos en determinado procedimiento quirúrgico y evitan el tema, porque lo que desean escuchar es que su operación irá bien y que será un éxito; además, piensan que todas las intervenciones son de riesgo y con frecuencia aseveran que la anestesia es la de mayor riesgo. Por todo esto, y a pesar de ello, el anestesiólogo tiene la obligación de informarles con testigos presentes, de preferencia los familiares, para obtener la hoja de consentimiento bajo información.
  • Formato
    Ebook
  • Estado
    Nuevo
  • Isbn
    9786077411055
  • Peso
    2.5 MB
  • Número de páginas
    277
  • Año de edición
    2023
  • Idioma
    Español
  • Formato
    PDF
  • Protección
    DRM
  • Referencia
    BKW123895