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Rousseau en Kant
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La obra aborda la complejidad del influjo general de Rousseau en Kant, la cual alcanza incluso a los planteamientos epistemológicos. El autor realiza también un estudio sobre el genio polemista de Rousseau en lo que se refiere a su polémica con D´Alembert y su reacción frente al pensamiento político del abate Saint-Pierre y aclara indirectamente los perfiles del pacifismo de Rousseau.Este trabajo es un intento por descubrir el verdadero objetivo que perseguía Rousseau en su polémica con DAlembert, oculto bajo el propósito obvio de defender a su patria de los dos reproches que le había planteado éste en el correspondiente articulo de la Enciclopedia: que Ginebra era una ciudad inculta, que ni siquiera tenia teatro estable, y que estaba en buena parte dominada por el clero sociniano. Rousseau en su respuesta se dirige más a Voltaire, quien había sido el inspirador de DAlembert, pero su tesis implícita de fondo va contra el afán homogenizador del movimiento ilustrado, que pretendía establecer un modelo único de ciudad ilustrada (París). Y el ataque al clero era tan falso como oportunista; en efecto, se trataba de un clero más bien liberal, aunque fuera el más constante adversario de los proyectos teatrales de Voltaire.


La obra aborda la complejidad del influjo general de Rousseau en Kant, la cual alcanza incluso a los planteamientos epistemológicos. El autor realiza también un estudio sobre el genio polemista de Rousseau en lo que se refiere a su polémica con D´Alembert y su reacción frente al pensamiento político del abate Saint-Pierre y aclara indirectamente los perfiles del pacifismo de Rousseau.Este trabajo es un intento por descubrir el verdadero objetivo que perseguía Rousseau en su polémica con DAlembert, oculto bajo el propósito obvio de defender a su patria de los dos reproches que le había planteado éste en el correspondiente articulo de la Enciclopedia: que Ginebra era una ciudad inculta, que ni siquiera tenia teatro estable, y que estaba en buena parte dominada por el clero sociniano. Rousseau en su respuesta se dirige más a Voltaire, quien había sido el inspirador de DAlembert, pero su tesis implícita de fondo va contra el afán homogenizador del movimiento ilustrado, que pretendía establecer un modelo único de ciudad ilustrada (París). Y el ataque al clero era tan falso como oportunista; en efecto, se trataba de un clero más bien liberal, aunque fuera el más constante adversario de los proyectos teatrales de Voltaire.