-Desde siempre, las emancipaciones fueron pensadas como el proceso que derrumbó al imperio hispánico, causa prima que puso fin a la -decadencia- de la Monarquía Católica. Hoy la cuestión se piensa de manera opuesta: fue la devastadora crisis desencadenada por la entrega de la monarquía a Napoleón, en 1808, la que quebró al imperio al desencadenar un proceso de disolución que dio origen a las independencias. Cómo se llegó lentamente a este cambio historiográfico no es fácil de explicar. La amplitud del cambio planteó nuevas preguntas, abrió nuevas disputas, y sacó de la oscuridad muchos silencios historiográficos que hoy necesitan ser rescatados-. El autor, adaptación del Prólogo.