Extenso y minucioso estudio de la obra de Gonzalo Puente Ojea, "un pensador radical, impecable e implacablemente racionalista", en palabras del historiador Ricardo García Cárcel; una rara avis en el mundo de la filosofía española de los últimos cien años; un militante activo por un mundo laico, realmente democrático y republicano: un desafío ateo. La obra de Puente Ojea, según escribe Gabriel Albiac, "se cuenta entre las más extensas y, en todo caso, más coherentes del pensamiento español contemporáneo. Reconocido y admirado por todos quienes, en España y fuera de aquí, hayan apostado por un envite materialista en filosofía. Respetado por los teólogos e historiadores de la religión verdaderamente serios. Detestado por supersticiosos e ignorantes. Un lujo inmenso para la inteligencia". “Esta obra viene a recuperar y poner en valor el conjunto de una trayectoria intelectual tan única como inexplorada de forma integral hasta ahora [...]. Siempre consideré a Gonzalo Puente Ojea un pionero, el arriesgado primero de la fila, el que abría senda, el que portaba la luz que iluminaba el camino en la niebla, el que en serio roturó el campo aún en barbecho del análisis crítico de la religión y de sus mitos, el hombre dotado de una capacidad de análisis independiente, noble, valiente, el que reconocía con sinceridad cuáles eran sus fuentes sin ocultarlas jamás, el que no aceptaba ningún argumento sin profundizarlo y debatirlo, y el que exponía sus conclusiones pese a la posible estigmatización que la manifestación de su libertad le iba a ocasionar” (Antonio Piñero).