Con mucho sentido del humor y también con una profunda mirada al barrio cubano y sus componentes, El asere ilustrado de Lorenzo Lunar nos narra la sorprendente historia de Yosbalis Pérez Soa o Totico la Ciencia, así bautizado por el vecindario por su apego a la lectura y su constante discernimiento de leyes y procesos universales, que gradualmente se entremezclan con las acciones de sus protagonistas. Entre tragos de calambuco —bebida de oculta procedencia—, negocios ilícitos, travestis, guapos y jineteras, poco espacio queda para el recogimiento espiritual que Totico, la Máquina Pensante del barrio, necesita para defender la perpetuidad de ese extraño valle sembrado de milagros y realidades.