La edición de las Cartas de Caldas es un acontecimiento cultural y editorial importante, no solo por el contenido intrínseco de estas cartas, que posiblemente son la parte más extensa de sus escritos, sino porque también nos recuerda el valor de la correspondencia para los ilustrados de Europa y de América durante los siglos XVII y XVIII. Es un volver sobre lo que se designa como el «legado de ciencia de Caldas», para así plantear algunos interrogantes sobre el significado de ese trabajo. Esto nos puede ayudar en la tarea de proponer un nuevo marco de interpretación a los trabajos de Caldas y a sus amigos aficionados a la ciencia natural, cuyos conocimientos, a principios del siglo XIX, encontraron su lugar en la revista científica Semanario. Se trata, pues, de una parte de nuestra «breve herencia ilustrada», la cual, hasta el presente, no ha sido escrutada de manera cuidadosa para establecer de forma equilibrada cuál fue su alcance y cuáles pueden ser aún sus méritos, si ellos existen. Renán Silva, Prologuista.