Adivina quién eres. El autor de Sobre el arte de adivinación: el oráculo de Delfos nos recuerda que las sibilinas clarividentes proponían las profecías para gestionar la claridad interior: el autoconocimiento. Ellas leían atentas lo mismo el canto de las aves como adentro en la sabiduría del corazón. El arte como posibilidad de transformación espiritual, la adivinación como ruta esotérica para otorgar sentido esplendente a la vida de los ciudadanos (el alma y el cuerpo) y también la concordia como una manera de convivencia de las ciudades-estado. Las profecías apolíneas de las sibilas han impresionado a los poetas a lo largo de la historia: Michelangelo pintó a las sibilas de Delfos, Persia, Libia, Eritrea y Cumas, en la Capilla Sixtina, escribiendo sus oráculos. Ahora, en este libro, se indaga a través de la poesía, se reformulan las afirmaciones del Templo de Apolo: ¿qué buscan nuestros corazones?, ¿adónde iremos? La respuesta a todas nuestras preguntas no está afuera sino adentro: «Deseo que adivines el Océano de la Totalidad Azul» en el que ya habitas. Para descifrar tus propios misterios, aprovecha el canto de las aves, las técnicas de respiración, los dones que nos regalan los tres ojos del conocimiento. Un libro útil sobre todo en tiempos del materialismo y el narcisismo. A propósito de la búsqueda introspectiva, Rilke escribe «¿qué es lo interior, sino el cielo potenciado surcado por aves y sumido en los vientos del regreso a casa?». Y al volver a casa, por fin, convendría darse uno mismo la oportunidad de recordar quién es uno: los antiguos griegos ya propusieron una respuesta provisional: sabiduría y amor.