Mi pie narra en forma de poesía cómo son tratados nuestros pies, en las más diversas situaciones de la vida cotidiana, ya sea por un niño: chico o chica; adolescente, hombre o mujer, joven o viejo; para algunos, especialmente el público femenino, el pie es una preocupación constante. La intención del autor es mostrar que, por muy extraño que consideres tu pie, debe ser bien tratado, bien cuidado, bien amado y mimado. Incluso porque el pie nos permite movernos, caminar por diferentes lugares, correr, saltar y, sobre todo, nos da apoyo y equilibrio corporal. Por todo ello, no debemos avergonzarnos de nuestros pies, aunque sean demasiado pequeños o demasiado grandes, y/o tengan contornos que no nos gusten, especialmente las mujeres que se preocupan más por los detalles de sus pies. De todos modos, dada su importancia, ya sea hombre o mujer, ¡quiérelos y acéptalos como son!