Colisiones propone nueve formas de intuir el mundo y retratarlo. Usando las formas de las narraciones clásicas, lenguaje coloquial, narraciones fragmentarias o experimentaciones estilísticas. Pretende encontrar, en los choques de los temas y las formas, el germen de la creación y la perdurabilidad de los recuerdos. Porque la propia literatura es una colisión del mundo ficticio con el real, del lenguaje impostado con el ordinario, de los expresamente relatado y lo intuido en la lectura, nueve narraciones miran el mundo interior y se asoman al mundo de los otros, dejando en el lector esa marca que queda después de disfrutar un texto, la palabra que es “relámpago y que deja en la razón su quemadura”.