Como los pasajes secretos y subterráneos que se extienden por debajo de algunas ciudades. Así suponemos que, entre dos territorios separados por muros que se han erigido en la superficie, existen senderos en el subsuelo de los discursos, a veces no tan ocultos, los cuales sirven como pasadizos entre ambos territorios, a tal grado que, por momentos, hacen dudar de la abstracta separación de aquellos. Nos referimos a los territorios discursivos de la filosofía y la literatura, dos manifestaciones del pensar y el decir que, en realidad, nacieron juntos, pero que, con el tiempo, han tendido a ser separados. Los textos que abonan a esta colección comparten la premisa de que el divorcio entre el discurso racional y conceptual, por un lado, y el retórico y creador, por el otro, es un corte no solo arbitrario, sino que tiende a mutilar potencias discursivas y humanas que se han encontrado siempre en ambos territorios del decir, filosofía y literatura.