En la intrincada red de secretos de un pueblo, encontrar la verdad puede ser tan desafiante como encontrar el amor.   El detective Daniel Minaya acude a un pequeño pueblo de Cantabria tras la muerte aparentemente accidental de uno de sus vecinos y la desaparición de unos documentos de vital importancia para la partición de su herencia. Aunque al principio se encuentra a disgusto en ese pueblo, que observa desde el ojo crítico de un urbanita, poco a poco empieza a encontrar la calidez entre sus gentes, algo que no tenía cuando vivía en Madrid. Gran parte de esa mejora se debe a la ayuda y la compañía de Nico, un taxista que le ayudó desde el primer día y le acogió como un amigo pero, a medida que pasan las semanas, Daniel empieza a preguntarse si esa amistad no podría ser algo más…