Jacinto Pino Marcilla, un hombre de cincuenta años atrapado entre el peso de su pasado y una rutina gris en una fábrica de cemento, no imagina que su vida está a punto de fracturarse por una grieta imposible de contener. Mientras tanto, Nuño Olivera Martínez, un agente de la Policía Municipal de Madrid, nacido en Uruguay, se enfrenta al caso más confuso de su carrera y a una atracción tan intensa como peligrosa: la que siente por Yareli, hija del patriarca de un poderoso clan gitano asentado en laCañada Real Galiana (Madrid).En el corazón de esta trama está el peligroso y temido clan de los Tobalos, cuya influencia se extiende desde los suburbios hasta las más altas esferas del crimen. Pero no todo es lo que parece. El subinspector Villasevil, del Cuerpo de Policía Nacional, y el Grupo 15 de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Madrid siguen el rastro de una operación compleja que salta de la capital de España a la provincia de Toledo, y de ahí a Portugal, Sevilla, el País Vasco y hasta Florencia, uniendo escenarios tan distantes como los intereses que los conectan.Traiciones, silencios pactados, redes de narcotráfico, relaciones prohibidas y un puñado de personajes con heridas abiertas dan forma a esta historia sin concesiones, donde cada giro revela una verdad más incómoda que la anterior.Quienes leyeron Sueños grises entre algodón blanco, de Lorenza Guerra, encontrarán aquí un eco profundo, una ampliación de ese universo, ahora más denso, más oscuro y más humano. Porque hay historias que no terminan: simplemente dan un giro de tuerca.