Un día, "el cliente se perdió", entre planillas, reuniones eternas y métricas desconectadas, nadie supo decir dónde había quedado. Esta fábula organizacional muestra lo que sucede cuando una empresa se fragmenta, olvida quién es y para quién existe, a pesar de tener buenos resultados en ese momento. Las Polillas, forma que se nombra a las consultoras, a través del modelo de gestión GlocalQ, proponen un camino hacia una forma de trabajar más consciente, donde la organización actúa como un solo sistema vivo y el cliente vuelve a ocupar el centro de las decisiones. El modelo se basa en cinco pilares —Propósito Anclado, Identidad Vivida, Liderazgo Alineado, Performance Medible y Dinámica Consciente— que impulsan la evolución de las personas, fortalecen la conexión entre los equipos y hacen que los resultados sean la consecuencia natural de una cultura coherente