El mundo económico y financiero global está viviendo una transformación de velocidad exponencial impulsada por las nuevas tecnologías digitales, el análisis avanzado de datos y la inteligencia artificial. Transitamos desde una arquitectura de empresa relativamente manejable y controlable a otra en que la adaptabilidad es clave para la supervivencia. La alta dirección de las empresas tiene claro que en este mundo cambiante el riesgo de equivocarse en la definición de la estrategia, así­ como su mala ejecución, tendrá cada vez un costo más alto. Una forma de minimizar este riesgo es aplicar el Modelo Delta, que exige un análisis mucho más profundo y creativo de la estrategia.