Cualquier material escrito manejado en la actualidad es deudor de actitudes, técnicas y gestos ancestrales que han contribuido a configurar la evolución de uno de los más poderosos medios y objetos de comunicación: la escritura y, con ella, el libro. Pero ella no hubiera madurado ni adquirido su propia efectividad sin el recurso de la lectura: ese ejercicio de libertad personal que inunda nuestras vidas de contenidos sustanciales y duraderos. Este libro busca articular algunas ideas que durante varias etapas históricas la conformaron: las representaciones materiales, los medios de producción, distribución y recepción de los textos, así como las transferencias de la memoria escrita.