Este libro habla de adolescentes que para curar las heridas de la exclusión social activan su capacidad de dar y se implican en la mejora del bien común mediante actividades de aprendizaje servicio. Acostumbrados a ser receptores de ayudas sociales, el cambio de rol --ser ellos quienes dan, quienes aportan y quienes obsequian-- los desubica y los sitúa ante nuevos retos. Mientras ayudan a colectivos de su comunidad, en su entorno pero también en su interior, ocurren muchas cosas. Este libro quiere mostrar como la educación puede contribuir a dar un giro en la vida de unos adolescentes abocados al fracaso.