Los edificios deben ser adaptables y transformables, en el sentido de que cualquiera que sea el uso que desee darle el usuario sea posible y realizable sin que la arquitectura presente obstáculos. Esta investigación sostiene que el diseño y la construcción de edificaciones humanas han de provenir de un trabajo mancomunado de arquitectos, ingenieros, biólogos, ecologistas, sociólogos, antropólogos y economistas, entre otros, con un control directo e inalienable por parte de quienes van a vivir, habitar y disfrutar de estas edificaciones. Este libro sostiene que la adaptabilidad es una necesidad de la sociedad misma, y que la arquitectura y el diseño deben dar respuesta a esta necesidad.