Cada página de esta novela lleva al lector a contrastar sus propias experiencias, que por únicas que parezcan son comunes en la familia humana. Se inicia con la llegada de una flota holandesa a Valdivia a comienzos del siglo diecisiete y concluye en la ciudad del Cuzco en la ciudad de los inkas. La historia va tejiendo las vidas de diversas personas, mundos aparentemente lejanos y con fronteras que con el tiempo van haciéndose cada vez más invisibles. Y, más allá de las anécdotas algo va creciendo y se va produciendo, una raza cada vez más mestiza tanto en lo biológico como en lo cultural. Su lectura puede aportar a reconocer esos trozos de herencia multirracial y a valorar su diferencia.