Convivimos con diferentes experiencias cercanas a la muerte en medio de una realidad de ocupaciones y obligaciones propias de la vida familiar y laboral, donde poco espacio queda para la calma y el silencio. Parecen escenas de ficción, pero no. Este libro es un cuento de verdad, y los seres de luz son los protagonistas. Energías de amor que se aproximan en momentos claves de la vida a brindar consuelo y encargar misiones, a veces en medio de duras pruebas, generalmente de enfermedad y muerte, que, vividas desde la racionalidad de quien las percibe, se interpretan primero como casualidades, después como realidades por las propias evidencias que dejan y, finalmente, como lecciones que recuerdan que somos más que cuerpo y materia. Los personajes, en vida o más allá, pertenecen a la cotidianidad y representan de algún modo la importancia parental, propia de las generaciones familiares que llegan y evolucionan, pero también pasan, dejando huellas imborrables en su descendencia, y que en un segundo, simplemente con un suceso, giran a la fuerza el propio mundo y, sin explicaciones, llegan a alinear la misión de vida.