Actualmente, para los cristianos, María, Jesús, los discípulos, los mártires son personas nobles y gloriosas. Pero para quienes los condenaban en aquella época eran solo subversivos y herejes. De esta manera, el título Nuestra Señora de los herejes es simplemente la otra cara de la invocación Reina de los mártires. La originalidad principal de este libro radica, pues, en contar la historia desde otro lugar. María, José y Jesús no son vistos con los ojos del creyente que ahora sabe, sino del incrédulo, que entonces no sabía. Habladurías y calumnias, que ahora nos ofenden, se decían y difundían entonces y, en cierto sentido, eran incluso comprensibles.