En este seminario Derrida prosigue una investigación acerca de la «soberanía», de «la historia política y ontológica de su concepto y de sus figuras», que se cruza con otro gran motivo de su reflexión: el tratamiento, tanto teórico como práctico, del animal, de lo que, con el nombre de un «propio del hombre» cada vez más problemático, se denomina de manera abusiva, en singular general, «el animal», desde los albores de la filosofía y todavía hasta nuestros días. Parte de la célebre fábula de La Fontaine, El lobo y el cordero, en la que se reúne una larga tradición de pensamiento sobre las relaciones de la fuerza y del derecho.
Nacido en El-Biar (Argelia) en 1930, es uno de los pensadores mayores de la escena filosófica del presente, señalada por la estrategia de la deconstrucción ligada a su nombre. Fue director de estudios de la École des Hautes Études en Sciences Sociales de París, donde impartió seminarios hasta su fallecimiento en 2004, además de profesor visitante en diversas universidades norteamericanas. En una entrevista concedida pocos meses antes de su muerte, Derrida se despedía con estas palabras: «Somos estructuralmente supervivientes, estamos marcados por esta estructura de la huella, del testamento. Pero […] la deconstrucción está siempre del lado del sí, de la afirmación de la vida».