search
Subtotal COP $ 0
Total COP $ 0
Paisajes de democracias desaparecidas

Nos preguntamos por la memoria y la justicia, por la literatura que da un lugar y un espacio a visibilizar las vidas perseguidas, exiliadas, borradas por la guerra, la segregación y la violencia

Paisajes de democracias desaparecidas

con el Grupo Contexto

Por: Comunicaciones Siglo del Hombre

miércoles, marzo 2, 2022

¿Por qué caen los estados en guerra? ¿Por qué existe la violencia, los estados militares y el totalitarismo? Son el fracaso del diálogo, del nacionalismo y de la identidad. Una tensión que, por todos los años que han durado las repúblicas, no hemos terminado de resolver.

Todo empieza por su fragmentado nacimiento. Por ejemplo, en Colombia, por cosas del colonialismo y de la división racial del trabajo, no se podía, como sí supondrían los europeos en su tierra, construir la identidad nacional por medio de un reclamo legítimo de la ocupación ancestral del suelo y asumirse herederos de las formaciones políticas previas, que serían las indígenas. Ni tampoco podía realmente articularse en torno a la oposición de las estructuras políticas existentes de las cuales se estaban independizando, es decir, de la cultura europea española, ya que, de hecho, esa era la cultura e identidad que los próceres querían conservar. Entonces, a medio camino, la construcción de nación se tuvo que configurar bajo un ideal y no bajo la realidad discontinua, rota, mestiza y disforme, en términos de Benedict Anderson, bajo una comunidad imaginada.

Por consecuente, lo colombiano se tuvo que basar en la noción de propiedad. De ese modo el carácter económicamente autónomo de las unidades administrativas españolas les daría a los criollos la autoridad y legitimación que necesitaba su proyecto independista. Era conveniente, ya que su narrativa de nación seguía empleando el uso extractivista del Imperio español conforme a la demanda de recursos naturales y a la creación de plusvalía por medio de la industria capitalista. No había un pasado y una herencia cultural, sólo había un nuevo orden rico, abundante y próspero.

Ya que los españoles nacidos en las colonias no podían acceder a la total libertad de un español peninsular, estaban obstruidos en sentido vertical al supuesto prestigio de la ‘civilización’ europea. El nacer en América condenaba a los criollos a la subordinación, aunque en términos de lengua, religión, o descendencia fueran indistinguibles de un español europeo. Por tanto, los criollos extrapolaron esta lógica a sus hermanos peninsulares: si un nacido en América no podía ser un español auténtico, un nacido en España, no podía ser un americano auténtico, como diría Anderson.


De aquí la aparición de la conciencia nacional-identitaria, que, como verán, no tiene nada que ver con la mayoría de personas que ocupaban el territorio ni con una cultura distinguida que uniera a un pueblo, sino con la imposición de una cultura ‘civilizada’ y el deseo de más control sobre la plusvalía de los recursos. Llevada a cabo, además, por unos criollos predilectos que querían dejar de sentirse descartados para sentirse pertenecientes. Combinado con el consecuente ideal positivista de que ser una república de hombres libres era la definición de la modernidad y del progreso, la construcción del territorio americano como nación fue inevitable y su consecuencia, tantos bicentenarios después, trágica.


Hoy, hasta dentro de las clases sociales más subalternas nos hemos fundido con los ideales de los que fácilmente podíamos haber llamado ‘otros’, de esos próceres criollos que nos colonizaron. Los textos e imágenes alusivos que construyeron moldearon una idea de un pasado y de un territorio compartido que nos permite aún proyectarnos hacia algún destino común: compartimos sus apellidos, nos adoctrinó su religión y en gran medida también sus esperanzas. Aún hoy las reglas incuestionables del capital y de la inclusión al sistema social/político que instauraron es lo único por lo que soñamos y por lo que entramos en conflictos, en matanzas, dolores profundos y crisis morales.

Si así analizamos históricamente las intenciones ulteriores de la conformación de república tan solo en nuestro país, es evidente el abismo que existirá en el resto del mundo entre quienes crean éstas representaciones de nación y la validez y realidad de las mismas. La nación fue creada para existir únicamente en un tiempo homogéneo, interesado y separado de la pluralidad de vidas, sentidos y mundos. Desde la representación se les negó a los ‘otros’ la posibilidad de inclusión, sacándolos del presente e impidiéndoles el paso al futuro.


Estos conflictos con la diferencia, con las jerarquizaciones, con las experiencias y temporalidades que obedecen a tan diversos sujetos históricos son las principales causantes de la guerra, la desolación, las democracias desaparecidas… Nunca se ha planteado la posibilidad de una inclusión real, conforme a la realidad del territorio y sus habitantes, esa que es participativa, visibilizante y comunitaria.

Estos libros del grupo Contexto, conformado por cinco editoriales independientes españolas: Periférica, Libros del Asteroide, NórdicaImpedimenta y Sexto Piso, nos muestran las consecuencias de democracias que no suenan, democracias en silencio,  democracias sin voces, democracias con resistencias mudas. Amordazadas…

Les presentamos aquí cinco recorridos de la historia de la humanidad y su repetición, de nuestra incapacidad o falta de voluntad para escuchar. Del presente, de una noticia de hoy, de ayer y de siempre.

>>Como si un ángel, Erich Hackl

Nada de lo escrito en este libro es ficción. Hackl reconstruye la vida y los últimos días de Gisela Tenenbaum, activista política de 22 años, militante de Montoneros y campeona de natación mendocina. "Gisi" desapareció el 8 de abril de 1977 en la zona de Godoy Cruz, donde también acribillaron a su compañera de militancia, la también nadadora Ana María Moral.
Leer más

>>El meteorólogo, Oliver Rolin


La historia de Alekséi Feodósievich Vangengheim, el primer director del Servicio Meteorológico de la URSS. En 1934 fue acusado de traición al régimen y deportado a un campo de trabajo en las islas de Solovkí, la Dirección Central de los Gulag. Cómo recuperar u olvidar la memoria de las purgas estalinistas en la Rusia actual, entre el vacío del final de la utopía comunista en Occidente por los riesgos de ver reaparecer la inhumanidad en Rusia.
«el triunfo mundial del capitalismo no se explicaría sin el terrible final de la esperanza revolucionaria»
Leer más

>>Juventud sin Dios, Ödön Von Horváth


Horváth escribió esta obra en el verano de 1937, exiliado en Henndorf, en las proximidades de Salzburgo, y se publicó ese mismo año. Un joven profesor narra el fervor nacionalista de sus alumnos, ve cómo se inculca en ellos el odio, las conductas violentas y crueles, las convicciones de morir en el frente. “¿Qué generación va a ser ésta?”
Leer más



>>La edad de la piel, Dubravka Ugresic


Este ensayo retrata los personajes icónicos del antiguo bloque del Este que trabajan actualmente como limpiadores en Holanda o abren tiendas clandestinas con chucherías de sus países de origen, esos miles de locales que vertebran el viejo continente y constituyen la piel rota del mundo moderno. El colapso de Yugoslavia y el exilio de la autora la llevan a escribir este libro-guía sobre la realidad y el devenir de la Europa postcomunista.
Leer más

>>Los años de la espiral. Crónicas de América Latina, Jon Lee Anderson


Estas más de 40 crónicas del periodista de The New Yorker registran los fenómenos para comprender lo sucedido en la última década latinoamericana. Es el auge del populismo autoritario, la aceleración del proceso de devastación de la naturaleza, el aumento de las desigualdades económicas, el descontento social, los movimientos de miles de civiles y nuestra historia política del presente.
Leer más



En el capítulo de Cartografías Editoriales del miércoles 2 de marzo invitamos a nuestro amigo Diego Felipe González Gómez, representante del grupo Contexto en Colombia. Felipe es gestor y divulgador, periodista cultural, profesor e historiador. Y, además está cursando la Maestría de Estudios editoriales del Instituto Caro y Cuervo.

¿Nos acompañan? Hoy a las 8:00 p.m. por la HJUT 106.9 FM Bogotá o pueden conectarse online AQUI

Estas son las canciones que acompañan esta ruta editorial...

-Canción inútil, Attaque 77



-Desapariciones, Rubén Blades




Puedes escucharlas todas en nuestra playlist de Spotify Para echar en el equipaje

Últimas noticias