La Inteligencia Artificial (IA) forma parte de la vida cotidiana de la mayoría de las personas desde hace tiempo, aunque no siempre seamos conscientes de ello. Interactuamos con la IA al buscar en la web, obtener asistencia en línea en multitud de páginas web o al utilizar asistentes virtuales como Siri o Alexa. El crecimiento exponencial y las grandes posibilidades de la IA han llevado a diversos sectores, como la medicina, las finanzas, el comercio y la industria, a valorar sus potencialidades y riesgos y a comenzar el proceso de integración de esta tecnología en diversos ámbitos de sus actividades buscando la optimización de procesos que requieren de una mayor eficiencia, precisión y capacidad de análisis de múltiples variables y conjuntos de datos