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Entre cuentos, cuentos y otros cuentos

Hablamos sobre el cuento como esfera de paradojas y retornos, según los grandes cuentistas latinoamericanos.

Entre cuentos, cuentos y otros cuentos

con el Grupo Contexto

Por: María Andrea Campo | Equipo de Comunicaciones

miércoles, julio 27, 2022

Un cuento se puede leer una vez y encontrar su secreto, así como seguir revelando secretos infinitos que se caen y repiten sobre sí mismos tras cada lectura. El cuento es así un género de probabilidades, posibilidades, multiplicaciones y expansiones. Más allá de definirse sólo como un relato breve, el cuento permite una expansión narrativa entre los límites de la realidad y la fantasía, entre lo que podría ser un episodio verídico, una ventana a lo que sucede y a aquello que no sucede y sigue sucediendo. 

Hoy en Cartografías Editoriales, nuestro programa de radio y podcast, conversamos sobre cuatro cuentos de escritores estadounidenses y una autora británica con nuestro amigo Diego Felipe González Gómez, representante del grupo Contexto en Colombia. Felipe es gestor y divulgador, periodista cultural, profesor e historiador. Y, además está cursando la Maestría de Estudios editoriales del Instituto Caro y Cuervo. La reflexión que haremos aquí expande las ideas del programa y serán ustedes quienes descubran a través de los libros, canciones e ideas que discutiremos qué sienten y qué piensan sobre los cuentos.

Pueden escucharlo hoy a las 8:00 p.m. por la HJUT 106.9 FM Bogotá o pueden conectarse online

 AQUI 

En el ensayo de hoy, en cambio, les proponemos seguir conversando sobre el cuento, pero desde lo que es, cómo se escribe, se lee y lo que significa. Nos ayudaremos de la perspectiva de tres cuentistas latinoamericanos: el peruano Ribeyro, y los argentinos Borges y Cortázar.

Según el narrador, periodista y dramaturgo, Julio Ramón Ribeyro, el cuento explora la lógica en el absurdo, el arte de lo no dicho y la eficacia del diálogo para desarrollar paradojas y parábolas sobre la vida y el arte. Ribeyro, que escribió cuentos, cuentos y otros cuentos nos dejó una poética, una lista de principios a seguir, para escribirlos:

  1. — El cuento debe contar una historia. No hay cuento sin historia. El cuento se ha hecho para que el lector a su vez pueda contarlo.
  2. — La historia del cuento puede ser real o inventada. Si es real debe parecer inventada y si es inventada, real.
  3. — El cuento debe ser de preferencia breve, de modo que pueda leerse de un tirón.
  4. — La historia contada por el cuento debe entretener, conmover, intrigar o sorprender, si todo ello junto mejor. Si no logra ninguno de estos efectos no existe como cuento.
  5. — El estilo del cuento debe ser directo, sencillo, sin ornamentos ni digresiones. Dejemos eso para la poesía o la novela.
  6. — El cuento sólo debe mostrar, no enseñar. De otro modo sería una moraleja.
  7. — El cuento admite todas las técnicas: diálogo, monólogo, narración pura y simple, epístola, informe, collage de textos ajenos, etc., siempre y cuando la historia no se diluya y pueda el lector reducirla a su expresión oral.
  8. — El cuento debe partir de situaciones en las que el o los personajes viven un conflicto que los obliga a tomar una decisión que pone en juego su destino.
  9. — En el cuento no deben haber tiempos muertos ni sobrar nada. Cada palabra es absolutamente imprescindible.
  10. — El cuento debe conducir necesaria, inexorablemente a un solo desenlace, por sorpresivo que sea. Si el lector no acepta el desenlace es que el cuento ha fallado.

Ribeyro termina esta poética con un comentario igual o más importante: “La observación de este decálogo, como es de suponer, no garantiza la escritura de un buen cuento. Lo más aconsejable es transgredirlo regularmente, como yo mismo lo he hecho. O aún algo mejor: inventar un nuevo decálogo.”

Tal vez, la mejor manera de describir el cuento según el poeta, ensayista y claro, cuentista, Jorge Luis Borges sería utilizar una metáfora de uno de sus cuentos. En La esfera de Pascal, Borges nos habla sobre la historia universal como la historia de unas cuántas metáforas, justamente, la de “una esfera inteligible, cuyo centro está en todas partes y su circunferencia en ninguna”. Esta esfera es también un cuento. Un cuento es esférico, porque es circular y regresa a un punto, pero siempre desde otra perspectiva, desde sus muchas e infinitas circunferencias, que son todas y no son ninguna particularmente. De ahí que los cuentos también sean una ventana hacia la naturaleza de la vida, una oportunidad de reflexión, de proponer y analizar una y otra vez las condiciones aparentemente contradictorias y humanas que nos rodean todos los días, que componen nuestra verdad. Como aclara Borges:

  • “los hombres se sintieron perdidos en el tiempo y en el espacio. En el tiempo, porque si el futuro y el pasado son infinitos, no habrá realmente un cuándo; en el espacio, porque si todo ser equidista de lo infinito y de lo infinitesimal, tampoco habrá un dónde. Nadie está en algún día, en algún lugar; nadie sabe el tamaño de su cara.”

Los cuentos nos ubican en un lugar esférico, sobre un lugar y un tiempo circular. El escritor Julio Cortázar hace una definición del cuento muy cercana a esta. Cortázar nos dice

  • “[mi concepto del cuento es] Muy severo: alguna vez lo he comparado con una esfera; es algo que tiene un ciclo perfecto e implacable; algo que empieza y termina satisfactoriamente como la esfera en que ninguna molécula puede estar fuera de sus límites precisos". 

Para Cortázar, la característica principal de un cuento es su esfericidad, su forma cerrada, en el sentido de que toda la narración se da dentro de su misma esfera, dando círculos cortos sobre sí misma. Una esfera, como un cuento, es perfecta por su brevedad, su simpleza y su completitud. No le falta ni sobra nada y es constante de inicio a fin. Para Cortázar, “la esfericidad preexiste a la conformación del cuento y determina su génesis”. Quiere decir que tanto el lector como el narrador participan al formar previamente sus capas concéntricas que se encuentran y se forman sin principio ni fin. El lector construye su esfericidad en tanto que le impone al cuento sus preconcepciones y anticipaciones de lo que será la historia. De la misma manera, el autor crea la historia de manera de que la narrativa se encuentre de un punto a otro, que se contenga en su esfera. Y así, ambas capas de la esfera narrativa se componen y recomponen en tanto que un cuento se lee, se escribe y se edifica. 

Entre cuentos y otros cuentos

Aquí les dejamos cinco libros del grupo Contexto, conformado por cinco editoriales independientes españolas: Periférica, Libros del Asteroide, NórdicaImpedimenta y Sexto Piso, todos libros de cuentos y otros cuentos que discutiremos en nuestro programa de radio y podcast. Para nosotros es difícil hablar de cuento y no pensar en Cortázar o en Borges, como nos hemos dejado guiar en este ensayo por sus palabras. Por eso, les proponemos esta conversación para seguir hablando sobre el cuento desde los autores anglosajones. El mismo término en inglés de “cuento” es “shortstorv”, en español se traduciría a “historia corta”, no existe en inglés una palabra cuento como la nuestra. Así bien, estos cuentos se guían por otros conceptos y otros maestros. Como por la teoría del iceberg de Ernest Hemingway en la que el cuento dice muy poco y deja lo evidente implícito, o por Washington Irving y su género sketch (bosquejo), en el que predomina lo visual con un narrador que observa escenas para explorar sus propias impresiones, o por los relatos-fórmula o single-effect (efecto único) de O. Henry, Edgar Allan Poe, Herman Melville o Henry James. ¿Se animan a conocer estos cuentos?

Esta nueva colección de relatos acosa un tema: la incomunicación, en este caso, la imposibilidad de establecer un contacto integral. Las protagonistas de estos cuentos y narradoras en primera persona, categorizan los hábitos de lectura según las relaciones, salen a una calle con tráfico a vender una mercancía imposible, o esperan durante meses en una estación de tren extranjera a que su cita llegue, o escriben una «vieja» carta postal para romper una relación con interjecciones.
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Los doce relatos de este libro son un retrato distópico, demoledor y siempre sorprendente de la Norteamérica actual. Un centro comercial donde los compradores luchan a muerte para conseguir sus artículos favoritos en las rebajas, un parque temático en el que hombres racistas juegan a tomarse la justicia por su mano, un mundo postapocalíptico donde cada día hay que revivir una catástrofe nuclear en un bucle eterno. 
IR AL LIBRO
Un divertido relato sobre el sector editorial que critica la búsqueda sin escrúpulos de historias sensacionales con criterios exclusivamente comerciales. Iba a ser publicado en Harper’s Bazaar en 1920, pero Fitzgerald nunca lo envió para su publicación. Narra la historia de un editor que acaba de contratar un exitoso libro, las memorias de un médico convertido en investigador de fenómenos paranormales y decide visitarlo para publicar su próximo libro.
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Historias en las que el elemento ultraterreno sobrevuela la cotidianidad de modo casi imperceptible: sutilmente invasivo, tan evanescente en ocasiones que la duda atenaza al lector hasta el final provocándole una deliciosa inquietud. Y en otros, más desasosegantes si cabe, el misterio se oculta en la propia mente, en las ambiguas actitudes de personajes que se nos antojan perturbadores.
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Relatos que muestran con inteligencia cómo el factor humano sirve de conexión entre mundos aparentemente irreconciliables, convirtiendo lo extraño en familiar y lo familiar en extraño. Los protagonistas de estos cuentos son estadounidenses incautos o bienintencionados que, de paso por Sierra Leona, Colombia o Haití, se ven repentinamente atrapados en la vorágine de las convulsiones políticas o sociales del entorno.
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Cuentos y otras canciones

Estas son las canciones que acompañarán el programa de radio de hoy sobre el relato corto en Estados Unidos e Inglaterra. Porque las canciones son cuentos y los cuentos son como canciones. Son esos momentos muy cortos donde proponemos un juego narrativo, auditivo y lo llenamos de pensamientos, afectos y recuerdos. Estas son canciones que acompañan las historias cortas sobre cómo los cuentos se convierten en libros, pero también son cuentos en sí mismas.

¿Las escuchamos juntos?  

Ojos de perro, Rubén Blades 

Street boy, Sixto Rodríguez

Puedes escucharlas todas en nuestra playlist de Spotify

Para echar en el equipaje

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